4 de agosto de 2010

Un buen trato...

Como he tratado a mi vida?
 Siempre preguntamos o afirmamos acerca de cómo nos trata la vida. La vida es un cúmulo de hechos, situaciones, decisiones, evasiones, ilusiones, etc.; pero la vida no “nos trata” No es un ente de psicología, o chamán de algo…
Mas bien pienso en como yo he tratado o trato a mi vida, a mi existencia, en esta dimensión en la que habito.
¿Como la he tratado?. ¿Cómo la he desarrollado? ¿le he hecho daño? O me he hecho daño? La he honrado?, me he honrado?
Que difícil definir.
Como todo, creo que la puedo dividir en etapas, la he tratado en etapas, la he honrado o la he engañado en etapas; o bien, me he honrado o me he engañado a mi mismo.
He sido alguien puro y limpio en mis años de infante; no sabía que no sabía y la honraba jugando, soñando, identificando o tratando de identificar que era o a donde estaba. 
Lo demás me fue impuesto, en la familia, en la escuela, en las relaciones humanas.
Mi familia ha honrado mi vida, mis amigos cercanos la honraron con su amistad, la enseñanza me honró con el conocimiento para llevar a mi existencia a una siguiente etapa, mas madura, más hecha, más significativa de que yo tenía las riendas para encaminarme y tratar mejor mi presencia en esta tierra.
Dice Stephen Covey: "El modo en que vemos las cosas es la fuente del modo en que pensamos y del modo en que actuamos."   Y eso es muy cierto. Todo lo que he absorbido, aprendido, experimentado, o me fue impuesto en mis años mozos es parte importante en la forma en que he pensado y actuado.
Me he equivocado? Claro que si!, infinidad de veces y es debido a la forma en que pensaba y actuaba en el momento. Hablé sin pensar;  de mi mente y labios salieron  barbaridades y actos, o quizá salieron grandes aciertos y afirmaciones.
Nadie es perfecto. A este mundo  venimos a aprender y a perfeccionarnos para llegar algún día a otras dimensión en donde seamos premiados por las correcciones de vida que hemos hecho y los aciertos y bondades que hayamos tenido, así como el amor que hayamos dado.
No es fácil dar, es más fácil recibir; pero que tan difícil puede ser el dar paciencia, entendimiento, amor?  Pocos lo logran. Yo todavía lo sigo intentando. Y porque?... porque simplemente no nacimos con esas disposiciones programadas en nuestros genes o en nuestra conciencia que cada día va madurando y se va dimensionando.
Yo no nací para dar en la forma natural que hubiera querido. He tratado a mi vida  muy displicentemente y  poco me ha movido el prójimo.
Ahora que he dimensionado esto, veo que necesito dar más para que mi vida y mi conciencia sientan que han sido tratadas debidamente. Ojala y no sea tarde……